EL SR. PEPE



J. Esteve



Ha llegado el momento de presentaros al autor de todos los cuadros que os estoy mostrando poco a poco. El mismo se hizo su autorretrato y os puedo asegurar que está tal cual, como si fuera una foto suya, los que le conocían al igual que yo vemos que dio con su fisonomía, realmente difícil para quienes pintan, pero al Sr. Pepe no se lo ponía casi nada por montera era tenaz y persistente.

Aunque nunca antes había pintado, lo llevaba en la sangre, su padre también pintaba y era ceramista, un hermano suyo también fue pintor.

Cuando empezó ya era con una edad avanzada pero sabía manejar sus pinceles, poco a poco se fue perfeccionando y al final dio clases de pintura en el Hogar del Pensionista, expuso en varias ocasiones, siendo un éxito.

Aún recuerdo el olor al óleo cuando estaba en su casa, la mirada fija en lo que estaba haciendo, el entusiasmo que mostraba, cuando no estaba como él quería brochazo en blanco y  volver a empezar. Cuando acababa el cuadro siempre me preguntaba que tal estaba, le gustaba pedirme opinión, era estupendo esa complicidad que nos unía y que ahora tanto echo de menos.

Mi gran amigo José Luis cuando te marchaste te dedicó una poesía y ahora te la envío para que desde tu rincón la escuches con todo el cariño.

A TI PAPA

Esbozo una sonrisa,

siento un escalofrío

que me recorre el cuerpo,

al mismo tiempo que me

me siento con los míos ,

alrededor de la mesa

de noche buena.

Frente a su silla vacía

intento recordar su presencia

me doy cuenta que se desvanece

en el tiempo que no puede parar,

me aferro a la esencia que me queda,

el aroma de su leve sonrisa,

el tacto de su mirada profunda.

Apenas una lágrima cae por mi mejilla,

no por la pena de su innegable ausencia,

sino por la falta de sus palabras de aliento.

Me niego a olvidar su cara,

mientras el tiempo la va borrando;

de repente siento una caricia

J.L. Alvarez Baena

De su libro de poesías "SIMPLEMENTE AQUA"