J. Esteve |
Como podéis apreciar este cuadro es como si fuera continuación del de puesta de sol, en este puerto pesquero donde se encuentran las mujeres ayudando a sus maridos, hijos, hermanos, novios, con las redes y viendo como se van los suyos mar adentro a pescar, con nudos en la garganta por la preocupación de que vuelvan sanos y salvos.
Al mirar este cuadro es como si me trasladara a esa playa y paseara por la orilla sintiendo el agua en mis pies, la humedad de la arena, esa sensación de tranquilidad, miras a lo lejos y solo ves el infinito del mar el ruido de las olas te relaja y te hace desprender toda la adrenalina, quieres escuchar esa calma y revivo aquellos días en los que íbamos a la playa con el seiscientillo, que aunque parezca mentira nos llevó a Valencia y además íbamos seis personas. Como me gustaba ir en el Clavileño que era así como lo bautizó el Sr. Pepe. Ibamos como mucho a 80 por hora porque no se podía correr y el Clavileño no daba para mas pero al final llegábamos a nuestro destino. Entonces la playa de la Malvarrosa estaba fenomenal, no había mucha gente y estaba muy limpia .
También recuerdo mis vacaciones en Cantabria unos cuantos años después y allí me acercaba a Santoña y veía los barcos pesqueros y como en el cuadro estaban hombres y mujeres arreglando las redes o recogiendo el pescado que traían los pescadores.
Más abajo podéis cliquear en un vídeo de Jorge Sepúlveda cantando MIRANDO AL MAR, este cuadro me hace sentir nostálgica y me encanta esta canción, además me ha recordado aquellos años en los que iba paseando por la orilla cogida de la mano de mi primer amor, que sensaciones tan especiales, seguro también muchos de vosotros lo habéis vivido. Espero que os guste y os traiga tantos recuerdos como a mi